El viento golpeaba los gruesos muros de la fortaleza. La fortaleza había sido construido siglos atrás por el miedo de aquella época a los desbordamientos de los ríos y a las ratas. Después se utilizó cuando lo del miedo a los extraños. Mucho más tarde por el miedo a la lluvia. Hoy los ciudadanos ocupaban la fortaleza, apiñados cual granulomas inflamatorios no resueltos, por el miedo al viento.
Pero el problema estaba en ellos, no en el exterior. Y ellos eran los quistes de un planeta que intentaba quitárselos de encima, pero como buenos seres parásitos, los humanos continuaban allí, como la tuberculosis.
2 comentarios:
la resolucion es que la vida es una mierda? :(
siempre te gusto la vision del ser humano como un parásito en la Tierra
Publicar un comentario