Es un día de ese tipo. Del tipo "le acuchillé 37 veces en el pecho y me comí sus manos". Tal vez podría haber sido de otra manera. Podría haber sido bonito e incluso elegante. Pero no. Todo se llenó de sangre y hubo policía y un viejo raro que farfullaba.
Todo esto venía sólo por una cosa. Chupar enchufes no es bueno, pero es una alternativa barata a la silla eléctrica. Te levantas y ves como al cerdo se le están derritiendo los ojos; sus dulces, dulces jugos oculares se desparraman por la mesa mientras tu sólo miras sin hacer nada.
No hay invierno, ya es demasiado tarde. La humanidad ya está jodida mucho antes de que pasara lo de los bebés. El dinero, siempre el puto dinero. Bancos que caen bien y empresas amigas, demonios vestidos con sus mejores galas que hacen danzar (bailad, mis marionetas, bailad!) a los consumidores hasta los infiernos de la destrucción.
No habrá sitio para los cyborgs, nos habremos extinguido antes de crearlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario