sábado, 26 de septiembre de 2009

Dos semanas de clase

Me apetece escribir. Tal vez sea cosa del azúcar que corre a raudales por mi sistema circulatorio, proveniente de la bolsa de golosinas que tengo aquí al lado o puede ser que ya me tocaba escribir. Miro al tío que vive enfrente de mí, en el edificio de al lado, para variar, porque suele ser al revés (creo).
Ya no hace frío, excepto de noche tarde, lo cual es bueno, digan lo que digan.
En sólo dos semanas he aprendido un montón de cosas repugnantes de fetos y embarazos, y algunas cosas más que ahora mismo no recuerdo.
¿Por ejemplo?
Cuando hay sufrimiento fetal intenso, el líquido amniótico adquiere color y consistencia de puré de guisantes.

1 comentario:

jaio dijo...

Pero también has aprendido que los polvos a embarazadas les vienen bien al feto y a la madre.

Y encima aquel juez de mierda y aquellos fascistas de policías me llevaron a la cárcel!! Hijos de puta!! Ignorantes!!!