Venido de un animal y desde el este ha llegado un virus que, mas que lo que está provocando ahora mismo, cambiará todo para siempre. Se estudiará en Historia y en la Facultad de Medicina. Cambiará la manera de viajar por el mundo. Transformará la atención sanitaria. Vendrá una recesión que marcará el siglo y el devenir de generaciones. Pero todo eso no es más que lo que ocurre de fondo en la vida; los que cambiaremos de verdad seremos nosotros. Puede que ya haya empezado, que ya hayamos roto algo bueno, que veamos las cosas de otro modo y que nos sintamos de nuevo un poco vacíos. Creen algunos que después de dos semanas de que "todo esto termine" ya no apreciaremos lo que es salir a la calle así, sin más, sin justificante, sin distancia de 1 o 2 metros entre nosotros. Probablemente. Pero este encierro, esta situación que nos ha hecho sentirnos vulnerables, débiles y mortales, si nos dejará una marca. Lo que estamos viviendo estos días producirá una cicatriz, más o menos visible según la persona que la lleve.
He estado viviendo estos días con un insalubre sentido de la invulnerabilidad, sólo para descubrir que el mayor daño, mi cicatriz, me la iba a provocar yo mismo. Lo que nunca me perdonaré es dejar esa marca en otra persona. Aunque espero que algún día pueda volver a dormir, como antes.
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