Hay una ciudad en donde hay una rara afección genética. Digo rara porque nadie más en el mundo parece tenerla en tanta proporción (alrededor de un 99'99% de la población tiene el gen que provoca esta alteración). Se trata de una incapacidad crónica para moverse correctamente en cualquier dirección del espacio, especialmente si van al mando de algún vehículo motorizado.
Científicos de todo el mundo se han reunido durante décadas en la ciudad para averiguar cómo afecta este gen anómalo a los habitantes de esta ciudad. Hay muchas teorías, pero aun no se han puesto de acuerdo.
La consecuencia más visible de esta población es su torpe manejo del coche. De hecho, son tan patanes que, cuando el coche comenzó a popularizarse, el ayuntamiento vio consternado cómo en su ciudad nadie era capaz de sacarse el carnet de conducir. Ante la visión de un futuro de burla y ridículo debido a su minusvalía, el ayuntamiento decidió tomar dos medidas en absoluto secreto pero que yo os revelo porque soy un tío majo: ocultar la enfermedad al resto del mundo, excepto a científicos seleccionados para intentar curarla y dar el carnet de conducir a cualquier persona que pueda acceder a un automóvil para evitar levantar sospechas.
Así pues, la ciudad se llenó de coches y de gente que los conducía. Mal, pero los conducía. Sin embargo, la fama de estos habitantes pronto se hizo notar, y como muestra, expongo algunos ejemplos históricos de estas gentes:
-Durante la guerra civil los habitantes de esta ciudad tenían prohibido bajo pena de fusilamiento conducir un tanque o un avión.
-Durante la segunda guerra mundial, los alemanes, más astutos, usaron la enfermedad contra el enemigo; uno de los habitantes, que estaba en la División Azul, fue puesto en un coche delante de un batallón soviético. No sobrevivió ninguno.
Sin embargo, debido a ser una ciudad pequeña, sus habitantes prefirieron quedarse allí, lo que provocó una endogamia que empeoró fatalmente la enfermedad.
A día de hoy todo sigue igual en esta pequeña ciudad donde sus habitantes son literalmente incapaces de desplazar un coche correctamente.
N.A.: basado en hechos reales tras un exhaustivo estudio de cuatro años y medio viviendo en la ciudad, esquivando la muerte cada día a manos de sus afectos habitantes.
martes, 22 de febrero de 2011
viernes, 4 de febrero de 2011
M1A2 Abrams
John estaba en su puesto, tenía colgados en el cuello sus auriculares y estaba apoyado en la ametralladora auxiliar calibre 50, mirando el horizonte. Ante el se extendía un las propiedades de una familia que durante generaciones se había dedicado a cuidar de esa granja de Pensilvania.
A lo lejos se oía el sonido de los helicópteros, lejanos, y los truenos de la tormenta que se avecinaba por el este. Unas nubes negras y amenazadoras que se cernían sobre ellos como queriendo hacerlos desaparecer. El tanque M1A2 Abrams sobre el que estaba estaba apagado y parecía dormir como un dragón en una oscura cueva.
Había algo bonito, armonioso en aquella paz y tranquilidad pero no duraría mucho; en unos minutos llegaría el 19º cuerpo de la Coalición y sobre aquellos sosegados campos por donde ahora volaban un grupo de golondrinas se desataría todo el horror, la violencia y el odio del que es capaz el ser humano.
Pero hasta que ese momento llegara, John disfrutaba con el aire suave y fresco y el olor a tierra y humedad.
A lo lejos se oía el sonido de los helicópteros, lejanos, y los truenos de la tormenta que se avecinaba por el este. Unas nubes negras y amenazadoras que se cernían sobre ellos como queriendo hacerlos desaparecer. El tanque M1A2 Abrams sobre el que estaba estaba apagado y parecía dormir como un dragón en una oscura cueva.
Había algo bonito, armonioso en aquella paz y tranquilidad pero no duraría mucho; en unos minutos llegaría el 19º cuerpo de la Coalición y sobre aquellos sosegados campos por donde ahora volaban un grupo de golondrinas se desataría todo el horror, la violencia y el odio del que es capaz el ser humano.
Pero hasta que ese momento llegara, John disfrutaba con el aire suave y fresco y el olor a tierra y humedad.
jueves, 3 de febrero de 2011
It worked
We knew the world would not be the same. A few people laughed, a few people cried, most people were silent. I remember the line from the Hindu scripture, the Bhagavad-Gita. Vishnu is trying to persuade the Prince that he should do his duty and to impress him takes on his multi-armed form and says:
"Now I am become Death, the destroyer of worlds."
I suppose we all thought that one way or another.
Robert Oppenheimer
"Now I am become Death, the destroyer of worlds."
I suppose we all thought that one way or another.
Robert Oppenheimer
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