domingo, 1 de marzo de 2009

Principio de Siglo

Le gustaba fregar los platos. Programar el robot, colocar los cacharros, encenderlo y ver como mecánicamente su vajilla se limpiaba. Claro que podía usar uno de esos lavavajillas pero, ¿dónde estaría el toque humano? Se imaginaba a la gente de principio de siglo, fregando ellos mismos los platos, o con anticuados lavavajillas a base de detergentes. Se lo imaginaba como en las películas cuando salían imágenes de principio de siglo, sin alta resolución y mala calidad. Eran graciosos, usando sus antiguos ordenadores, con un tamaño gigantesco y sus cientos de discos y asombrados por móviles con pantallas ridículas ¿Realmente se veía algo en ellos? Y los cables. Cables por todas partes. Se acordaba de una película histórica que vió el otro día, en la que para enchufar una rudimentaria cámara a ese armatoste que llamaban ordenador portátil (lo cual no dejaba de ser irónico) tenían que usar un cable.
Las cosas habían cambiado mucho, pero algunos como él, gustaban de hacer las cosas a la antigua usanza, programando manualmente sus robots, en lugar de que lo hiciera el ordenador de la casa.

PD: añado algo que escribí el otro día en clase de Farmacología:
''Mira, podría seguir copiando, pero los desordenados y caóticos fragmentos que puedo conseguir tienen un valor casi nulo, o nulo, cuando a mi diestra y a mi siniestra tengo dos montones de folios encuadernados que tienen la misma información que la profesora, estoy seguro que con toda ilusión, intenta transmitirnos, aunque futilmente. Es una pena, para todos.''

1 comentario:

Klaiver dijo...

Cuantas veces habré hecho la reflexión última, pero en la cama, a las 8 de la mañana, cuando es el momento de decidirse (o no) a adentrarse en la singladura jurídica. Tener apuntes de otros años te da el descanso que te quitan los libros de ciencia ficción a las 4 de la mañana. Siempre existe el riesgo de que estén ciertamente desactualizados (Los Reglamentos, Directivas, las Leyes Orgánicas, las Leyes a secas, y algunos etcéteras mas aparecen contínuamente en el BOE), pero la vida está hecha para los valientes.

Vale.

Fdo: Aquel artesano que un día decidió organizarse, inspirado por la doctrina del proletariado.