En el título he invertido la frase habitual que se suele decir a los independentistas. Y lo he hecho de forma consciente, porque creo que representa mucho mejor lo que es este país. Y es que si Cataluña se independizara, a lo que quedara no se le podría llamar España, porque no lo sería. Sería otra cosa, un nuevo ente. Porque España no se entiende sin Cataluña.
Y es que tenemos esa suerte. La suerte de ser un mosaico, un mezcla rica de cultura, historia, idiomas y puntos de vista. España no es un región, ni una zona ni un llano en el que todo es siempre igual, no es una piel de toro. Es un rosetón.
Este país tiene muchas cosas feas y muchas cosas malas. Pero para unas cuantas buenas que tiene, no lo jodamos. Desconfía de todo aquel que intente hacerte ver las cosas que nos diferencian, en lugar de las que nos unen.
España es Barcelona. España es Cádiz. España es Donostia. España es Salamanca. España es el levante y es el Cantábrico. España es pa amb tomàquet con tomates de murcia y aceite de la mancha con una loncha de jamón extremeño. Es la lluvia constante en Santiago y el desierto de Almería. La meseta y la costa. Gran Canaria y Zaragoza.
Todos además tenemos una cosa en común: clase política corrupta.