lunes, 6 de agosto de 2012

Ríos

Dos ojos verdes que son como ríos contra los que no se puede ir contracorriente, sólo seguirlos a donde vayan. Un movimiento suave y constante que fluye por su lecho como lo ha hecho siempre. Ríos que son como caminos de los que conoces el comienzo, pero no el final, en los que confías el destino de tu viaje, sea cual sea. Lo que importa es el viaje a través de los valles, montañas y árboles que se suceden uno tras otro en la orilla y da igual a dónde te lleven. Sin rumbo, solamente confiando en ellos.
Ríos verdes que son la vida en el desierto. Un verde que no parece real, que no se parece a nada. No es el verde azulado del mar, ni el verde un poco amarillento de las hojas, ni el verde brillante de la hierba, es su verde. Un verde único que se graba en las retinas de aquellos que lo ven.
Dos ojos verdes que son como ríos en los que eres una extraño hasta que te susurran que tu viaje ha terminado. Ríos que son el principio y el final y todo lo que hay entre medias. Que lo son todo para el desierto. 
Dos ojos verdes que son como ríos en los que sólo quieres sumergirte y que te lleve la corriente.

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