miércoles, 25 de mayo de 2011

Reflexión

La gente decía que era historia viva. Ya por aquél entonces pensaba que era algo que se tendría que ver el futuro, pero lo importante es que la gente estaba emocionada. Emocionada de la posibilidad de cambio, de ir a mejor, de romper con todos los malos vicios de nuestra clase política, que, lejos de ser los mejores entre nosotros, dejan bastante que desear.
Nos hicieron ilegales. Nos intentaron prohibir y meternos en nuestras casas. Pero éramos demasiados y nos tenían miedo. Nos tenían miedo principalmente porque había elecciones cerca y podíamos dejarles sin trabajo, detener su espíritu parásito.
Y llegaron las elecciones y no pasó (casi) nada. El voto en blanco y el nulo se duplicaron. Aliviados, nuestros políticos miraron qué más pretendíamos hacer y sólo vieron acampadas y actividades lúdicas con grupos cada vez más pequeños.
Los acampados dijeron que el cambio llegaría, que era sólo el principio, pero no dijeron de qué manera llegaría. También que las elecciones no eran su objetivo, y que por eso el resultado (la marea azul) no tenía importancia. Yo creo que, aunque tengas otro objetivo, quitarle el empleo a un corrupto siempre es buena idea. Intentaban llegar a acuerdos, mientras cada vez más gente se veía marginada del movimiento. Leí a alguien que decía que era, de alguna manera, inevitable que esto ocurriera, pero no es así. El movimiento del 15M ha dejado fuera a mucha gente porque no ha tenido intención de consenso; no se ha buscado un punto de vista común o una solución en la que cupieran todos, sino que simplemente votaron y lo que dijera la mayoría simple se aprobaba. Y así, excluyendo, es como la protesta de todos se ha convertido en la protesta de algunos.
Lástima, porque el 15M apuntaba maneras.

3 comentarios:

iruma dijo...

En mi opinión, es fácil rendirse pronto y limitarse a quejarse. Precisamente esto demuestra que algo se puede cambiar (sino, mira los resultados, que, aunque no fueron los esperados, mostraron cambios). Si estas de acuerdo con la idea inicial y crees que no se está llevando bien el movimiento, participa más activamente en él, intentando cambiarlo. Porque si se pueden cambiar los resultados de las elecciones, también podemos cambiar el movimiento del cual todos somos partícipes

iruma dijo...

No creo que hayas estado el suficiente tiempo en la acampada como para poder juzgar lo que hacen, y como son, y quienes. Se tienen en cuenta las opiniones, y se vota. Si te acercas, puedes apuntarte en cualquier grupo de debate, dejar tus propuestas o participar en asamblea.
Estás hablándome de opiniones superficiales, me gustaría conocer los hechos concretos que te llevaron a pensar eso. En cuanto al nombre, me parece un mero símbolo, y yo no le suelo dar importancia a los símbolos, así que en mi opinión tapar o no tapar el nombre es algo representativo, o no, pero no tiene relevancia.
Quizás si sientes que se te ha dejado de lado es porque realmente no te has acercado a cambiar las cosas. En que modo intentaste participar y se te dejó de lado? me parecería horrible que alguien hubiera hecho eso!
En cuanto a todas esas preguntas, te recomiendo los grupos de debate. Si opinas que la acampada ha de acabar, y demás cuestiones, es interesante que lo hables, para que otros conozcan tu punto de vista.
Cuanta más gente que ponga una opinión diferente, más riqueza habrá

Andichan dijo...

Creo que hay mucha gente que piensa lo mismo que tú.
En Vigo cada vez son menos, y todos nos vamos por los mismos motivos.
Aquí se han dedicado a hacer actividades, puedes ir a hacer un curso de electrónica, taichí, talleres de lectura y bla bla, como si fuésemos una asociación cultural.
Y todo eso está estupendamente organizado, pero a la hora de cosas serias todo patas arriba.
En mi caso, la gota que colmó el vaso, fue cuando a un amigo se le ocurrió la idea de llevar a un escritor (bastante importante) a dar una conferencia, porque resulta que a él le dio clase y lo conocemos. Dimos la cara (más mi amigo que yo), diciéndole que era un asunto serio y cuando llegamos allí ni siquiera se había anunciado, nadie sabía nada, etc etc y ni siquiera se habían molestado en buscar información de quien era él. Vergonzoso.
En fin, ya no me quejo más.