El otro día en cuantarazon.com, una página un tanto deleznable, tenía una imagen que pareció ofensiva. Era esta. ¿Por qué? Porque los pobres chavales de 15 años que hacen este tipo de posters son unos paletos, pero creen que no lo son y creen saber quiénes son los paletos. La imagen habla por sí sola. Una promoción de Adidas mezclando la línea de Star Wars junto con el hip-hop de los ochenta con el que la marca está muy relacionada. El muchacho ni se lo huele, ni se ha parado un momento a buscar en internet a ver si hay otras cosas que lo que el conoce, a ver si existe algo más que su barrio. Lo ve y lo primero en lo que piensa es en los otros paletos de Seat Leon que ve pasearse por ahí con Estopa a todo volumen.
Pero claro, no se porque me molesto si en esa página y similares lo hacen constantemente. Críos que han descubierto el metal y creen que es la mejor música de la historia y que la música electrónica es de canis. Paletos que llaman a otros paletos.
viernes, 16 de septiembre de 2011
lunes, 5 de septiembre de 2011
"Señor, aléjese más a ver si lo sigo viendo. Si, aun lo veo. Un poco más. Lo sigo viendo; Bocio grado III"
El bocio de aquel hombre "se veía a distancia" lo que era un término médico, pero rara vez se llegaba a esos extremos; la protuberancia se veía desde el espacio, pues según los habitantes de la estación espacial internacional era el único ser vivo que se podía vislumbrar desde la órbita. El instituto geográfico nacional había tenido que actualizar algunos mapas en consecuencia.
El ejecutivo decidió quitarle la potestad sobre su salud al enfermo ya que afectaba a la seguridad nacional y el tratamiento se discutió en el congreso de los diputados. De poco sirvió, ya que el treinta por ciento de los diputados no fueron y el resto estuvieron echándose las culpas los unos a los otros y en los descansos jugando con sus iPhones pagados por los impuestos de todos.
Al final alguien del Ministerio de Sanidad quiso hacer algo: lo pinchó con una lanza (sin esterilizar siquiera). Resultó que no era bocio, sino un nido de arañas. Deberían haberle hecho caso a un viejo que dijo que había que quemarlo.
El ejecutivo decidió quitarle la potestad sobre su salud al enfermo ya que afectaba a la seguridad nacional y el tratamiento se discutió en el congreso de los diputados. De poco sirvió, ya que el treinta por ciento de los diputados no fueron y el resto estuvieron echándose las culpas los unos a los otros y en los descansos jugando con sus iPhones pagados por los impuestos de todos.
Al final alguien del Ministerio de Sanidad quiso hacer algo: lo pinchó con una lanza (sin esterilizar siquiera). Resultó que no era bocio, sino un nido de arañas. Deberían haberle hecho caso a un viejo que dijo que había que quemarlo.
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