jueves, 28 de enero de 2010

Necesidades creadas

Con todo eso de la industrialización llegó un gran problema para las corporaciones ¿Cómo vendo mis productos si gracias a los nuevos métodos de fabricación las necesidades básicas están satisfechas? La respuesta era tan sencilla como genial: crear nuevas necesidades. Así la gente seguiría consumiendo y todo el tinglado podría seguir en movimiento. Dicho y hecho.
Llegarían también los avances en publicidad y marketing y el paulatino control de los aspectos relevantes e irrelevantes de la vida de todos.
Hoy es uno de esos días en los que se muestra en todo su esplendor: la nueva creación de Apple, el iPad, probablemente el gadget más inútil creado nunca se ha presentado. Realmente no hace nada completamente, sólo hace cosas a medias, cosas que otros aparatos hacen mejor (y más barato). Y aunque la reacción inicial ha sido la decepción generalizada, la maquinaria de la publicidad ya está haciendo su trabajo, mermando las convicciones de la gente (como si de evangelizadores se tratara) hasta que acepten que sí, que necesitaban el iPad, y que no saben cómo han podido vivir hasta ahora sin él.

martes, 26 de enero de 2010

Mi visión del futuro (próximo)

Los ordenadores. Esos grandes colegas. Nos guardan nuestras intimidades en sus grandes memorias, nos ayudan con los trabajos y nos animan. Vamos, que son nuestros amigos. ¿Has abrazado hoy a tu ordenador? Yo sí.
Mañana hay un gran evento en todo esto de los cacharros. Para qué vamos a negarlo, va a ser un evento importante. Veremos luego si vale la pena todo este alboroto por eso.
Bien, yo sólo quería poner aquí como creo que será el control y las interfaces del futuro en lo que a ordenadores se refiere, sólo por si mañana me lo chafan, que sepáis que yo ya lo sabía. Allá vamos:
Olvidaos del ratón. Imaginad un teclado como los que usamos hoy en día. Ahora, añadidle dos grandes touchpads a los lados, más grandes incluso que los de un MacBook. Estos touchpads serían la base de la interacción con el ordenador. En ellos haríamos gestos que serían reconocidos por el ordenador de manera determinada para la nueva interfaz, ya que, por supuesto, la interfaz del ordenador no se parecería a la actual. Sería más parecido a la interfaz de los móviles táctiles.
Os voy a poner un ejemplo: al encender el ordenador, lo que tendríamos sería un fondo y una serie de widgets en él, como el tiempo o las últimas actualizaciones de nuestros contactos. Mover tres dedos hacia arriba sobre uno de los touchpads haría que aparecieran todos los programas instalados. Elegiríamos el programa que queramos, bien usando los touchpads como se usan normalmente o como las Bamboo. En cualquier caso, la interfaz estará adaptada a nuestros gestos multitáctiles sobre el touchpad.
Realmente, la parte del hardware se puede hacer ya hoy en día. Falta la otra parte: crear unas interfaces efectivas y funcionales.

viernes, 22 de enero de 2010

Tenías razón

Aún no sabía lo equivocado que estaba.
Y de bonus, un vídeo que siempre me ha encando:

jueves, 7 de enero de 2010

Médico rural

El Médico le palpó el abdomen de la manera que había aprendido allá en su juventud, en la capital, en el hospital universitario. Parecía normal, aunque era difícil concentrarse en la exploración porque era realmente divertido la forma en la que la enorme barriga se movía a la palpación. El señor del pueblo clavaba su mirada en el techo, esperando a que el Médico acabara. La mujer del señor miraba angustiada la exploración mientras agarraba fuertemente el bolso.
El Médico terminó y empezó a lavarse las manos en el pequeño lavabo de la consulta.
-Sólo son gases.-dijo sin darle importancia
-No me mienta, Doctor, dígame que es en realidad-dijo el señor mientras se incorporaba y se ponía la camiseta interior.
-Ay señor, ay señor-musitaba la mujer casi con lágrimas en los ojos.
El Médico se dió la vuelta, miró a aquel hombre campechano, llano y trabajador.
-Le digo que sólo son gases. Se le pasará pronto. Le prometo que es toda la verdad.
Ya más convencido, el señor terminó de vestirse, poniéndose la camisa y abrochándose el cinturón. -Bueno, entonces nos marchamos ya. Encantado. Vamos Paca.
El Médico le dió la mano a los dos y se volvió a sentar en su silla. Les vió salir con ese andar particular. Seguramente en un par de días le traerían una cantidad ingente de alguna hortaliza, verdura o fruta, en agradecimiento a haber hecho su trabajo.
En la ciudad tendría suerte si el paciente se despidiera amablemente de él.

martes, 5 de enero de 2010

Ham

Ham, mi hamster, ha muerto. Murió en nochevieja, se ve que no pudo soportar la nueva década que acaba de empezar. El 2010 fué un año muy corto para él.
Me gustaría lanzar su cuerpo en un cohete al espacio sideral, donde podría encontrarse con otros grandes animales domésticos espaciales como Laika, Doraemon o el perro de los Jetsons.
Ham, el hamster que me enseñó que los hamsters estornudan, bostezan y roncan y que cuando son mayores, se duermen en cualquier parte, como el abuelo Simpson. Un hamster que no se comía todo lo que le poníamos, sino que seleccionaba lo más le gustaba. Cuando lo miraba pensaba "Si es más listo que muchos humanos que conozco!" y eso que Ham no era especialmente inteligente.
Estuvo con nosotros desde octubre del 2007 y era uno más del piso. Le gustaba que le acariciaran, especialmente entre los ojos, sabía nadar como un campeón y podía escalar nuestro sofá.
Ham, nunca te olvidaré, amigo hamster.